jueves, 7 de marzo de 2013

www.jnsr.be, LOS TRES DÍAS DE TINIEBLAS 28-4-09


ESTA ES LA CONFIRMACION DE LA TIERRA A SU SEÑOR Y DIOS TODOPODEROSO.
LOS TRES DÍAS DE TINIEBLAS

28 de abril de 2009.

       
            En virtud de Su Autoridad, que El recibió de Su Padre, CRISTO JESÚS  por Su Bautismo en el Jordán, confiere a la Tierra su Bautismo personal.
            Ha llegado el Tiempo en que la Tierra, con todos sus hijos, se encuentra en la obligación de sufrir considerablemente. Sobre ella se abate pesadamente la CRUZ de Su Señor, que debe aceptar y llevar, para confirmar ante todo el Universo, que ella es en verdad “LA SANTA TIERRA” del AMOR de DIOS y de los Hombres. Y que ella acepta con toda su FE “SU DIGNO SACRIFICIO” hasta su FIN.

“ES EL DIA DE SU CONFIRMACION”

            Ella sabe que todos los Elementos que se encuentran en torno a ella, le ordenan rechazar a esta Humanidad orgullosa y cruel que no respeta nada. Ellos la aborrecen. Se sienten traicionados por los hombres. Entonces, la Tierra les responde que ella no se separará de ninguno de ellos, porque debe mantener la PROMESA HECHA A DIOS: seguirles abrigando, nutriendo y amando.
            Los Elementos intentan, entonces, destruir la Tierra para dañar más rápidamente a esta generación: la más malvada y la más hipócrita que el mundo ha debido soportar hasta el presente. Ellos desean la muerte del hombre.
            Entonces, para imitar a SU SEÑOR y SU DIOS, como testimonio del Gran Amor que ella tiene a SU DIOS y a LOS HOMBRES, la Tierra toma la dirección del Gólgota, llevando Su Cruz (que son todos sus hijos en su seno).
            Ella asciende entre los gritos de todos los Elementos desencadenados. Es golpeada por todas partes, sacudida, flagelada por los vientos violentos; la lluvia, el granizo y la nieve la ahogan y la amordazan para impedirle respirar.
            Con gran dificultad, ella continúa refugiando a sus hijos, como la gallina que cubre a sus polluelos con sus alas. El agotamiento la acecha, hasta que ella finalmente cae en el agua fangosa y sobre las filosas piedras del camino… Las rocas crujen en torno a ella y ella recibe los fragmentos. ¡Pobre Tierra! que a pesar de ello, continúa abrigando y protegiendo a estos hijos que DIOS quiere transformar, para darles SU PROPIA IDENTIDAD. ¿Cómo va a proceder Él? “Me haré amar, aunque sólo sea un poco, lo que me ha sido imposible hasta este día. Y sin embargo, yo los amo” dice esta pobre nodriza de Dios (Su Tierra).
            He aquí que el rayo parte los árboles por el medio, ellos se rompen, caen… El cielo oscuro, negro como la tinta, es surcado por relámpagos y la Tierra llega finalmente al Gólgota… una pobre Tierra, enferma y extenuada, sufriente y llorosa. Entonces, los hijos la miran y descubren en esta negra noche una CRUZ inmensa que, repentinamente, empieza a brillar más fuerte que el Sol de mediodía. No se ve más que ella en el Cielo infinito… Ella dice entonces, en alta voz, para que todos la escuchen: “TODO ESTA CUMPLIDO”.
            Y, en ese instante, nuestra Tierra se derrumba: los hijos comienzan entonces a darse cuenta de que ella ya no se mueve más. Su respiración está detenida, como si la muerte la hubiese arrebatado. Todos los hombres, todas las mujeres, todos los hijos de la Tierra, que son millares de millares y más millares, gritan: “¡Ella está muerta! ¿Qué será de nosotros?... Sin ella todo se detiene”.
 Ellos finalmente se dan cuenta…Se ponen a llorar y se ven tal como eran: "APROVECHADOS Y SIN RESPETO" por su Madre nutricia, a la que han agotado, maltratada, abandonada, hasta dejarla enferma y carente de cuidados. Ella les condujo hasta la CRUZ del ARREPENTIMIENTO, para que DIOS les perdonase. Allí comprendieron finalmente, y pidieron PERDON a DIOS ¡Ellos recordaron entonces, la demanda de perdón que se debía dirigir a DIOS! Se sintieron llenos de remordimientos y se miran entonces gritando hacia el Cielo:

“¡Señor, devolvednos nuestra Tierra!”
“¡Señor, devolvednos nuestra inocencia!”
“Queremos hacernos mejores, perfectos y generosos. ¡Ayudadnos!”

            Ellos comprendieron que su Tierra acababa de hacer el camino de Cruz, como Jesucristo ya lo había hecho en otro tiempo para salvar sus almas de una muerte segura. Nuestro Señor les mostró así
¡QUE EL LO HABIA HECHO ANTES, POR TODOS
Y DE UNA VEZ PARA SIEMPRE!
Y la dirección que había tomado la Tierra, les recordaba la Enseñanza de Nuestro Salvador, porque nadie debe burlarse de DIOS. Nosotros, todos, debemos glorificar el NOMBRE DEL SEÑOR, para parecernos a El y tomar Su Identidad… porque DIOS es BUENO y Misericordioso.
Entonces, después de haber reconocido todos sus pecados, y después de haber pedido perdón a DIOS por cada uno de ellos, e implorado la vuelta a la vida de su Tierra, se durmieron durante tres días, al lado de aquella que se había dormido primero.
Luego de tres largos días y tres largas noches, se despertaron una bella mañana… Todos creían soñar: la Tierra estaba engalanada con todos sus colores… Todo era verde… Todo cantaba la Santa Gloria de Dios y todos ellos estaban sorprendidos.

Convertidos en jóvenes y bellos,
puros como niños pequeños,
llenos de AMOR LOS UNOS POR LOS OTROS,
fueron curados de sus pecados.

Se ponen de rodillas para orar a DIOS
y agradecerLe por Sus Beneficios.
Entonces vieron descender del Cielo, como un vuelo de palomas blancas,
a todos los Santos del Paraíso acompañando a esa Luz deslumbrante
que ningún ojo, hasta ahora, había podido percibir:
el Señor DIOS con Su Santísima Madre.

¡Oh, Trinidad Bienaventurada, qué Alegría será para cada uno aquel Día!
Cuando estemos con todo el Cielo Nuevo,
sobre esta Tierra Nueva, que debemos merecer.
¡Trinidad Santa, ayudadnos!
¡Santa María, ayudadnos!
Amén.

Jesús nos habla. †
Gloria a Dios, Gloria y Gracia a María que vienen a nosotros

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