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CON DIOS, ATRAVESAD LA TEMPESTAD 17 de mayo de 2005 

JESUS: Os hablo de vuestros hijos, para los cuales estáis preparando días sombríos, porque sois incapaces de hablarles de Mí, vuestro Dios Único y Verdadero.

¡HacedMe amar por vuestros hijos!

            ¿Acaso los queréis como vosotros mismos, perdidos, desesperados, sin saber donde dirigirse para encontrar el verdadero camino de la verdadera Libertad? Vosotros sois prisioneros de la Razón. ¿Dónde está vuestro espíritu? En las tinieblas profundas. ¿Dónde está vuestro corazón? En los Racionalistas de vuestro tiempo, en todos los que os dicen: “¡Ganad con nosotros!”  Pero ¿ganar qué?

            No es una Nueva tierra y Nuevos Cielos, lo que ellos os proponen, porque eso está en Dios. Ellos os dicen: “Nosotros somos el Poder, la Fuerza y la Razón. Nosotros somos la esperanza de un tiempo de renovación”.

            Es un tiempo tan complejo, que los más comprometidos ya tiemblan con él y no pueden siquiera explicarlo, ni liberarse de su promesa.

Quien siembra vientos cosecha tempestades.

            Cread antes bases sólidas que os asegurarán frente a esta Tempestad que está por venir y que atravesaréis Conmigo. Es que Yo soy la Piedra Angular de toda construcción sólida, duradera y necesaria para la Vida, porque la Vida continúa en la Eternidad de Aquél que os dice: Yo soy la Vida. Sí, la Vida Eterna.

            En verdad, El viene, Aquél que os dice: Yo soy el Eterno Presente. No juzguéis al hijo que Dios ha puesto en el lugar de Pedro. Su autoridad viene de la escogencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Si Mi Iglesia tuviera que sufrir una crisis, vuestro Papa, Benedicto XVI, la sufrirá con ella. Pero aún es demasiado temprano para informaros de este asunto. Lo que Yo puedo deciros es que os mantengáis siempre unidos a Mi Iglesia. La Cabeza de Mi Iglesia soy Yo, Su Jefe espiritual y eterno, JESUS.

Mi Vicario, electo en vuestra Tierra, es vuestro Papa Benedicto XVI, a quien Yo os pido que le concedáis vuestra entera Confianza. El es justamente el Papa de vuestro tiempo, que se alista, con todos vosotros, para el Fin de los Tiempos. Ayudadle con vuestras Oraciones. Una Estrella luminosa os mostrará siempre el Camino que conduce a Dios: es vuestro Papa Juan Pablo II.

Hijos de la Tierra, con Mi Amor, unido al Amor de Mi Santa Madre, que Dios Padre Todopoderoso os bendiga. El Espíritu de Dios cubre vuestra Tierra y viene a hacer la Unión de las Iglesias, por la Cruz del Bienamado. Amén.

JESUCRISTO.