sábado, 3 de noviembre de 2012

www.jnsr,reflexiones de jnsr, junio y julio 2012 Cada uno deberá reconocer DIOS que se hizo JESÚS


Cada uno deberá reconocer  DIOS que se hizo JESÚS
Bajo pena de no continuar Viviendo

Pero, cuando el plan de DIOS esté terminado, nadie  dudará más de nuestra dependencia absoluta a la Misericordia de Jesús, de Su sacrificio y de Su Don Perfecto.
Cada uno deberá reconocer al DIOS que se hizo Jesús, bajo pena de no continuar Viviendo.
Así como lo escribió el Apóstol Pablo: "Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre  sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla  los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para Gloria de Dios Padre." (Phil.2: 9/11). Esto se realizará de ahora en adelante.

Antes de encarnarse en Jesús, la Palabra dirigía también la redacción de las Escrituras, para que sirvieran para las generaciones futuras que iban a recibir Su Espíritu y a someterse a Su Voluntad.
La Historia se hacía así un tipo de galería dónde marchaba el Eterno DIOS. A lo largo de esta galería, DIOS les muestra a los hombres las lecciones, de las que deben aprender.

Observad lo que el Apóstol Pablo escribió a propósito de episodios de la vida del Israel antiguo:
Todas estas cosas les acontecieron como ejemplo,  están escritas para amonestarnos a nosotros, que vivimos en estos tiempos finales. (Cor.10: 6/11).
Pablo les dijo a las asambleas de la Iglesia de Roma: De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos. (Rom. 15: 4)
Durante estos tiempos remotos, la Palabra, Eterno DIOS, inspiró a Sus profetas y a Sus Santos varones, para escribir Su manual de instrucción para la humanidad (II Fi.1: 20,21).

En estos escritos, era mucha cuestión de sufrimiento (Isaías: 53).
Encontramos allí también la mención de la llegada posterior de la Palabra como Mesías, Isaías 11). La Palabra tenía pues muchas responsabilidades para cumplir, entre el momento de la Creación y el momento de Su aparición como Salvador de la Humanidad. Cuando todo estuvo finalizado hasta el menor detalle, el Acontecimiento más importante de la Historia del Hombre pudo celebrarse. La Palabra se encarnó, vivió entre los hombres, murió y fue resucitada.

Jesús Salvador y Rey 

DIOS transformado literalmente en ser humano.
Vivió en medio de los hombres.
La Palabra literalmente se libró de Su Naturaleza Divina, para hacerse un hombre, en Jesús Cristo. Nació de una mujer llamada María, en un pequeño pueblo de Oriente Medio, llamado Belén (Mateos. 2: 1).
DIOS vino en la carne, bajo la forma de un niño varonil. Fue envuelto y acostado en un pesebre, porque no había sitio en la posada (Lucas 2: 7). La Palabra vino en un cuerpo de carne y de sangre semejante en todo al hombre (Heb.:2 14). El Apóstol Pablo escribía:
“Pero, al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley” (Gal. 4:4). La Palabra se hizo hombre para sufrir la muerte por todos (Heb. 2: 9).
Antes de morir por la humanidad, Jesús tenía otra gran misión: Él debía llevar una vida perfecta, sin pecar. Jesús les probó a los hombres que era posible sometérsele a DIOS, gracias al Espíritu Santo. “Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en una carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado, condenó el pecado en la carne. (Rom. 8: 3)

¿Por qué?" Con el fin de que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros" (vers. 4).

Jesús era un ser humano.
Físicamente, no era diferente de todos los que vivieron sobre tierra. Es verdad que Jesús disponía del Espíritu Santo, además de Su propio espíritu o además de Su conciencia. Sin embargo, hasta en esto, la única diferencia residía en la medida del Espíritu en el momento en Él que Lo recibió (es decir en el momento de Su Concepción).
El mismo Espíritu está disponible para los hombres a los que DIOS llama, y que Le obedecen (Actos 5:32). El Apóstol Pablo escribía a propósito de Jesús: "Él debió ser hecho semejante, en toda cosa, a sus hermanos porque, habiendo sido Él mismo tentado, Él mismo puede socorrer a los que son tentados." (Héb.:2 17,18).


El momento del sufrimiento.

Antes de Su nacimiento en la carne, siendo entonces la Palabra, Jesús inspiró a su profeta Isaías a  anunciar la brutalidad que El debía sufrir como hombre:
14        Así como muchos quedaron espantados al verlo, pues estaba tan desfigurado, que ya no parecía un ser humano
03
Despreciado por los hombres y marginado, hombre de dolores y familiarizado con el sufrimiento, semejante a aquellos a los que se les vuelve la cara, no contaba para nada y no hemos hecho caso de él
05
y eran nuestras faltas por las que era destruido nuestros pecados, por los que era aplastado. El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido sanados.
07
Fue maltratado y él se humilló y no dijo nada, fue llevado cual cordero al matadero, como una oveja que permanece muda cuando la esquilan. 
08
Fue detenido, enjuiciado y eliminado ¿y quién ha pensado en su suerte? Pues ha sido arrancado del mundo de los vivos y herido de muerte por los crímenes de su pueblo.
12
Por eso, le daré en herencia muchedumbres y lo contaré entre los grandes, porque se ha negado a sí mismo hasta la muerte y ha sido contado entre los pecadores, cuando llevaba sobre sí los pecados de muchos e intercedía por los pecadores.
. (Isaías 52: 14; 53:3, 5, 7, 8,12.)

La Palabra inspiró decenas de intenciones semejantes, anunciando Su sufrimiento y Su muerte en la carne. Fueron consignados en el Antiguo Testamento. Estas profecías anunciaban detalles exactos, como el hecho de que los soldados iban a sortear Sus trajes. (Ver Mateo.27: 35, 36 y Salmo 22 19).

Finalmente, llegó el momento del sacrificio de Jesús, Sacrificio ordenado hasta antes de la Creación del hombre. El Apóstol Pablo escribió: "ahora al final de los siglos, apareció una sola vez, para abolir el Pecado, por Su Sacrificio." (Heb. 9:26)


Jesús mismo Se ofreció en sacrificio fuera de la ciudad de Jerusalén, hace casi dos mil años. Así fue derramada "la preciosa Sangre de Cristo, como de un cordero sin defecto y sin mancha". (I Pe.I: 19)
Por la humanidad, Jesús que jamás había pecado, se volvió pecado por la humanidad. (II Cor.5:21)

DIOS el Padre asistió a la escena trágica que se celebró sobre este planeta. Su propio Jesús fue maltratado, y luchaba contra el pecado y contra la mala influencia  de Satanás. El Padre esperaba en silencio mientras que Jesús era entregado a los golpes antes de ser crucificado. Podía evidentemente parar esta locura humana!

Pero si Jesús escapaba de la muerte, la Intención eterna de DIOS se hundiría. Nada podía pararlo, la pena, ni el dolor, ni hasta una muerte horrible. Jesús se preocupó siempre, más de la suerte de la humanidad que de la Suya, hasta cuando estuvo en la agonía durante Su vida.


Fin del segundo capítulo:
 por Su Santa muerte, todos pueden ser reconciliados. Nuestra deuda espiritual borrada.


Por Su muerte, Jesús borró la deuda espiritual, la multa del pecado que habíamos contratado.
El sacrificio de Jesús le permite al hombre establecer una relación con DIOS. El Apóstol Pablo escribió a la Iglesia establecida en Colosos: "Haciendo la Paz por Él, por la Sangre de Su Cruz, ustedes eran extranjeros y enemigos en otro tiempo por sus pensamientos y por sus malas obras, ahora les reconcilió por Su muerte en el cuerpo de Su carne." (Colon 1: 20/22.)
DIOS podía pues comenzar a llamar a ciertas personas, para que saliesen del pecado.

En la medida en que se esforzarían por someterse a DIOS, podría aplicar el sacrificio de Jesús sobre su vida. De este modo, las profecías que concernirían al perdón serían cumplidas. "Tú arrojarás al fondo del mar todos nuestros pecados” (Miq. 7:19).
Así como rey Ezequías lo dijo: "Echaste detrás de Ti todos mis pescados" (Isaías 38:17).

Las personas "destinadas" iban a hacerse " los elegidos " de DIOS.
El Apóstol Paul les escribe:
"Ustedes son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, pueblo adquirido, ustedes en otro tiempo no eran pueblo y ustedes ahora son el Pueblo de DIOS, ustedes que no habían obtenido misericordia y que ahora ustedes han obtenido misericordia." (I Pi 2: 9,10.)

Queda un punto por aclarar. ¿Por qué no pudo todo el mundo comprender estas verdades?
¿Porqué todos los hombres no tuvieron la posibilidad de entrar en el Reino espiritual de DIOS?

¿Mil millones de hombres están perdidos por decirlo así? ¡La respuesta es no! Es lo que va a ser desarrollado en la siguiente página





El Programa de Salvación de DIOS.

Antes de la muerte y la Resurrección de Jesús, sólo un puñado de individuos fue escogido para cumplir ciertas misiones especiales.
Su historia esta consignada en la Biblia. Hablamos de personas como Noé, Abraham, Sara, Moisés, Débora, Samuel, David, Isaías, Esther. Los millones innumerables de gentes que vivían en aquella época todavía no habían recibido su posibilidad de "salvación".

¿Que hay del período situado entre la Resurrección de Jesús y Su segundo advenimiento?
Podemos llamarlo "la Era de la Iglesia".
Durante todos estos siglos, la familia divina llama solamente a algunas personas para que hagan parte de los "elegidos".
Esta gente es llamada "el resto", el pequeño grupo que subsiste, una pequeña parte del conjunto.
El Apóstol Pablo habló de "elegidos" que vivían en su época: "Lo mismo también en el tiempo presente, hay un resto, según la elección divina de la gracia. La elección lo obtuvo, mientras que otros han sido endurecidos. “(Rom. 11:5/7)

"Estar endurecidos" simplemente significa no tener el Santo Espíritu que es un don de DIOS.
(Actos 2: 38) DIOS decidió que en esta época, poca gente formaría parte de Su Iglesia.

No será  lo mismo cuando la Palabra vuelva sobre tierra, como Mesías. Pondrá fin a la ceguera espiritual del mundo y todos tendrán su posibilidad de salvación. El profeta Miqueas mostró que la gente instaurada por el Mesías sería una gente de la Verdad:
“Sucederá en días futuros que el monte de la Casa de Yahveh será asentado en la cima de los montes, y se alzará por encima de las colinas. Y afluirán a El los pueblos, y dirán: "Venid, subamos al monte de Yahveh, a la Casa del Dios de Jacob, para que El nos enseñe Sus Caminos, y nosotros sigamos Sus Senderos". Pues de Sion saldrá la Ley (Miqueas 4: 1/5)
Isaías también habló de esta época maravillosa. "Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi Santo Monte, porque la tierra estará llena de conocimiento de Yahveh, como cubren las aguas el mar... “(Isaías 11:9)
DIOS pondrá término al endurecimiento y a la ceguera de los hombres. Cada ser humano podrá recibir el Santo Espíritu: "Yo les daré un solo corazón y pondré en ellos un espíritu nuevo: quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, para que caminen según mis preceptos, observen mis normas y las pongan en práctica, y así sean mi pueblo y yo sea su Dios. " (Ezeq.11: 19,20).

¿Qué sucede con todos los que jamás vivieron y que no han sido llamados por DIOS viviente? Estas personas serán devueltas la vida física después de mil años de gobierno de DIOS y tendrán su posibilidad de salvación. (Ver el Apocalipsis 20: 4, 11,12).



El Día de la Resurrección


¿No obstante, qué pasará con aquellos quiénes habrán buscado a DIOS durante su vida y los que se Le habrán sometido?
En el momento del regreso de Jesucristo, se habrán transformado en seres inmortales. El Apóstol Pablo explica  esto en una carta enviada a la Iglesia de Tesalónica:
“El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor.” (Tes.4: 16,17)

Pablo les dio a los cristianos que vivían en Corinto, en Grecia, las explicaciones siguientes:
“¡Mirad! Os revelo un misterio: No moriremos todos, mas todos seremos transformados. En un instante, en un pestañear de ojos, al toque de la trompeta final, pues sonará la trompeta, los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados. (I Cor.15: 51,52)

Realmente la salvación se realizará en 4 etapas:
1°. DIOS escoge a una persona para que forme parte de los elegidos.
Jesús dijo: Nadie puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día final. (Jean 6: 44)
2°. Gracias al Sacrificio de Jesucristo, DIOS perdona los pecados de esta persona arrepentida. El Apóstol Pedro dijo: “Arrepentíos, pues, y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados” (Act3:19)
3°. Gracias al Espíritu Santo, Jesús debe conducir a esta persona, a una  vida de obediencia y de AMOR a DIOS. Esta persona se esfuerza entonces por vencer su naturaleza humana, y por someterse a DIOS. El Apóstol Pablo lo formuló del modo siguiente, para los cristianos de Efesios:
4:21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
4:22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre,
Colosenses 3. 9 que está viciado conforme a los deseos engañosos, 
4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente, 
4:24 y vestíos del nuevo hombre,
Colosenses 3. 10 creado según DiosGenesis 1. 26 en la justicia y santidad de la verdad. 
(Ef.4: 21/24)

4°. Esta "Nueva Persona" que murió con Cristo librándose del pecado (Col 2: 20; 3: 5/10) se transforma en el momento del segundo advenimiento de Jesús, en un ser espiritual inmortal, y así se vuelve  miembro de la FAMILIA DIVINA.

La Palabra desempeña un papel primordial en todo este proceso, siendo sucesivamente: el Creador, el Eterno, el Jesús, el Sacrificador Sumo y Celestial, luego al volver CRISTO sobre tierra.
·         El Apóstol Pedro dijo: "Bendito sea DIOS el Padre, y nuestro Señor Jesucristo, que según Su Gran Misericordia, nos regeneró para una esperanza viva, por la Resurrección de Jesús Cristo de los muertos." (1 pe 1: 3). ·
·         El Apóstol Pablo dijo: "La razón más fuerte pues, ahora que somos justificados (hechos justos delante de DIOS por Su Sangre), seremos salvados por Él de la cólera." (Rom.:5 9)
Somos reconciliados con DIOS gracias a la muerte de Su Hijo, y luego, somos salvados por la Vida de Jesús.
En todo este proceso, del principio al fin, es Jesús quien cumple el modo de vida que conduce a la Salvación. (Héb.12 2)

¿Cómo obra Jesús para la salvación de los hombres, mientras que ahora esta sentado a la derecha del Padre? (Héb.10 12)
Jesús, sin decirlo, es el Sumo Sacrificador de los que se  someten a DIOS. (Heb.4:15)
Esto significa que los guía, para llevarlos a una madurez plena y espiritual, en la obediencia y la sumisión a DIOS.
Algunos trataron de negar esto.
El Apóstol Juan escribió: “Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo”. (II Jean 7). Él es  mentiroso.

La Palabra vino, o viene "en la carne" de dos modos:
1)      DIOS –La Palabra, literalmente se transformó en ser humano con un cuerpo y un espíritu humanos. Se trata  por supuesto de Jesús. El Apóstol Juan escribió: " reconózcale a esto el Espíritu de DIOS: todo espíritu que confiesa Jesucristo venido en carne, es de DIOS (1 Juan 4: 2
2)      Jesús entra en el Espíritu, es decir "en la carne" de un creyente verdadero.

¿Cómo sucede esto?
Sabemos que Jesús efectivamente vive en el espíritu de un verdadero cristiano. Acuérdese de las declaraciones del Apóstol Pablo: estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí. Y aunque al presente vivo en carne, vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. (Gal.2:20) Jesús, que "viviente en la carne" ayuda al verdadero creyente llevando una vida de obediencia y de sumisión a DIOS. Esta persona vive en lo sucesivo a través de lo que la Biblia llama “la FE”. Se trata de la FE de Jesús, Su FE, Su actitud.

¿Pero qué es -  la Fe (Viva)?
Es simplemente el hecho de creer en DIOS, y de hacer lo que nos pide.
Es decir, es vivir de toda Palabra que viene de DIOS. La persona lleva una vida espiritual, pero él perdona con Poder de DIOS (el Espíritu Santo).
Así como lo dice el Apóstol Juan: "ustedes ven que el hombre es justificado por las obras y no por la fe solamente. Así como el cuerpo sin alma murió, lo mismo la fe sin las obras murió." (Jacques 2: 24,26)
Jesús les explicó a Sus discípulos que iba a vivir Su Vida en cada verdadero creyente. "El que me ama, obedecerá mi Palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en su casa." (Juan 14: 23)

Jesús les dijo a los discípulos que les enviaría a un "Consolador". ¿Que representa este consolador?
Jesús  dio la explicación: Cuando venga el *Consolador, que Yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de Verdad que procede del Padre, El testificará acerca de Mí. (Juan 15:26)
Jesús llamó al "Consolador", " el Espíritu de la Verdad " y dice que iba a guiarlos en toda la Verdad (Juan 16 13). La Biblia se sirve de varias imágenes y analogías físicas, para describir la Poder de DIOS.

El Espíritu Santo, por ejemplo, es algo que pueda ser difundido (Actos 2 17). Fluye como agua. Otros símbolos utilizados para describir el Espíritu Santo son, el soplo (Juan 20: 22); el aceite (Ps.45: 48); el viento (Juan 3: 8); y el agua (Juan 4: 14). Lo mismo que la imagen del "consolador", son simples analogías, para ayudarnos a comprender algo que no vemos.

El Espíritu Santo por ejemplo apareció bajo la forma de una paloma.
El Apóstol Juan dijo a propósito de Jesús: "y el vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre El." (Mat.3:16) ¡El Santo Espíritu, no forma parte de la familia de las aves!

La Biblia explica muy claramente lo que es el Espíritu Santo.
Tomemos un ejemplo: le fue dicho a José, el Esposo de María, Madre de Jesús: " no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús,[porque él salvará a su pueblo de sus pecados." (Mat.1: 20,21) Jesús fue concebido a través del Espíritu Santo. Sin embargo es DIOS, a quien Jesús llamó Su Padre y no el Espíritu Santo. Se concluye que el Espíritu Santo 17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo:Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 
17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 
17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. (Juan 17: 1,3), o el Poder de DIOS.

Santa Ildegarda de Bingen(Doc . la Iglesia) explica lo siguiente:

  Como el Señor dice de Sí mismo en el Evangelio:
 Yo procedo y vengo del Padre (Jn 8,42) y dice del Espíritu Santo: El Espíritu que procede del Padre (Jn 15,26), ¿qué diferencia existe entre la procedencia del Hijo y la del Espíritu Santo para que Aquél sea llamado Hijo y esto no deba decirse ni pueda decirse correctamente del Espíritu Santo? ¿Cuál es la distinción entre la generación del Hijo y la procedencia del Espíritu Santo siendo así que ésta se hace por las otras dos Personas?

   SOLUCIÓN.

  Mi Padre es el poder. Y Yo procedí de Él, como su Palabra pronunciada, cuando creó todas las criaturas por Mí. Y el Espíritu Santo procedió de Él mismo: es decir, de mi Padre, cuando Yo descendía al vientre de la Virgen, cuya carne no está dañada por el engaño de la serpiente, y me revestí de la humanidad de ella concebida por ese mismo Espíritu Santo. Este Espíritu Santo que enciende, en efecto, y que desde la eternidad existe como vida ardiente, como elevación suprema en igualdad de vida, y por Quien existen todas las formas que por el Hijo han sido conformadas, se mueve invisiblemente. Procedió del Padre hacia la Virgen, que es criatura: con su fuego elevó su vientre de tal modo que ella misma concibiendo por Él generó sin padre carnal al Verbo de Dios, por quien todas las criaturas fueron hechas.
  Y así como la forma del hombre se ve, en efecto, y su alma no puede ser vista por los ojos carnales y, sin embargo, existe un solo hombre en dos naturalezas, de igual modo el Hijo de Dios, que se hizo hombre concebido por el Espíritu Santo en el vientre de la Virgen, en su humanidad era visto por toda criatura y en su deidad era invisible. Y es así también como el Dios único existe en dos naturalezas: es decir, la de humanidad y la de su deidad.(n.t.)