Cada uno deberá reconocer DIOS que se hizo JESÚS
Bajo pena de no continuar
Viviendo
Pero, cuando el plan de DIOS esté terminado, nadie dudará más de nuestra dependencia absoluta a
la Misericordia de Jesús, de Su sacrificio y de Su Don Perfecto.
Cada uno deberá reconocer al
DIOS que se hizo Jesús, bajo pena de no continuar Viviendo.
Así como lo escribió el
Apóstol Pablo: "Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio
un nombre sobre todo nombre, para que en
el nombre de Jesús se doble toda rodilla los que están en los cielos, y en la tierra, y
debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para Gloria
de Dios Padre." (Phil.2: 9/11). Esto se realizará de ahora en adelante.
Antes de encarnarse en
Jesús, la Palabra dirigía también la redacción de las Escrituras, para que sirvieran
para las generaciones futuras que iban a recibir Su Espíritu y a someterse a Su
Voluntad.
La Historia se hacía así un
tipo de galería dónde marchaba el Eterno DIOS. A lo largo de esta galería, DIOS
les muestra a los hombres las lecciones, de las que deben aprender.
Observad lo que el Apóstol
Pablo escribió a propósito de episodios de la vida del Israel antiguo:
Todas estas cosas les
acontecieron como ejemplo, están
escritas para amonestarnos a nosotros, que vivimos en estos tiempos finales. (Cor.10:
6/11).
Pablo les dijo a las
asambleas de la Iglesia de Roma: De hecho, todo lo que se
escribió en el pasado se escribió para enseñarnos. (Rom. 15: 4)
Durante estos tiempos
remotos, la Palabra, Eterno DIOS, inspiró a Sus profetas y a Sus Santos
varones, para escribir Su manual de instrucción para la humanidad (II Fi.1: 20,21).
En estos escritos, era mucha cuestión de sufrimiento (Isaías: 53).
Encontramos allí también la
mención de la llegada posterior de la Palabra como Mesías, Isaías 11). La
Palabra tenía pues muchas responsabilidades para cumplir, entre el momento de
la Creación y el momento de Su aparición como Salvador de la Humanidad. Cuando
todo estuvo finalizado hasta el menor detalle, el Acontecimiento más importante
de la Historia del Hombre pudo celebrarse. La Palabra se encarnó, vivió entre
los hombres, murió y fue resucitada.
Jesús Salvador y Rey
DIOS transformado literalmente en ser humano.
Vivió en medio de los hombres.
La Palabra literalmente se
libró de Su Naturaleza Divina, para hacerse un hombre, en Jesús Cristo. Nació
de una mujer llamada María, en un pequeño pueblo de Oriente Medio, llamado
Belén (Mateos. 2: 1).
DIOS vino en la carne, bajo
la forma de un niño varonil. Fue envuelto y acostado en un pesebre, porque no
había sitio en la posada (Lucas 2: 7). La Palabra vino en un cuerpo de carne y
de sangre semejante en todo al hombre (Heb.:2 14). El Apóstol Pablo escribía:
“Pero, al llegar la plenitud
de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley” (Gal. 4:4). La Palabra se hizo hombre para sufrir
la muerte por todos (Heb. 2: 9).
Antes de morir por la
humanidad, Jesús tenía otra gran misión: Él debía llevar una vida perfecta, sin
pecar. Jesús les probó a los hombres que era posible sometérsele a DIOS,
gracias al Espíritu Santo. “Dios, habiendo enviado a su propio Hijo en una
carne semejante a la del pecado, y en orden al pecado, condenó el pecado en la
carne. (Rom. 8: 3)
¿Por qué?" Con el fin
de que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros" (vers. 4).
Jesús era un ser humano.
Físicamente, no era
diferente de todos los que vivieron sobre tierra. Es verdad que Jesús disponía
del Espíritu Santo, además de Su propio espíritu o además de Su conciencia. Sin
embargo, hasta en esto, la única diferencia residía en la medida del Espíritu
en el momento en Él que Lo recibió (es decir en el momento de Su Concepción).
El mismo Espíritu está
disponible para los hombres a los que DIOS llama, y que Le obedecen (Actos
5:32). El Apóstol Pablo escribía a propósito de Jesús: "Él debió ser hecho
semejante, en toda cosa, a sus hermanos porque, habiendo sido Él mismo tentado,
Él mismo puede socorrer a los que son tentados." (Héb.:2 17,18).
El momento del sufrimiento.
Antes de Su nacimiento en la
carne, siendo entonces la Palabra, Jesús inspiró a su profeta Isaías a anunciar la brutalidad que El debía sufrir
como hombre:
14 Así
como muchos quedaron espantados al verlo, pues estaba tan desfigurado, que ya
no parecía un ser humano
03
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Despreciado por los hombres y marginado, hombre de dolores y
familiarizado con el sufrimiento, semejante a aquellos a los que se les
vuelve la cara, no contaba para nada y no hemos hecho caso de él
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05
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y eran nuestras faltas por las que era destruido nuestros pecados, por
los que era aplastado. El soportó el castigo que nos trae la paz y por sus
llagas hemos sido sanados.
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07
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Fue maltratado y él se humilló y no dijo nada, fue llevado cual cordero
al matadero, como una oveja que permanece muda cuando la esquilan.
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08
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Fue detenido, enjuiciado y eliminado ¿y quién ha pensado en su suerte?
Pues ha sido arrancado del mundo de los vivos y herido de muerte por los
crímenes de su pueblo.
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12
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Por eso, le daré en herencia muchedumbres y lo contaré entre los grandes,
porque se ha negado a sí mismo hasta la muerte y ha sido contado entre los
pecadores, cuando llevaba sobre sí los pecados de muchos e intercedía por los
pecadores.
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. (Isaías 52: 14; 53:3, 5, 7, 8,12.)
La Palabra inspiró decenas
de intenciones semejantes, anunciando Su sufrimiento y Su muerte en la carne.
Fueron consignados en el Antiguo Testamento. Estas profecías anunciaban
detalles exactos, como el hecho de que los soldados iban a sortear Sus trajes.
(Ver Mateo.27: 35, 36 y Salmo 22 19).
Finalmente, llegó el momento
del sacrificio de Jesús, Sacrificio ordenado hasta antes de la Creación del hombre.
El Apóstol Pablo escribió: "ahora al final de los siglos, apareció una
sola vez, para abolir el Pecado, por Su Sacrificio." (Heb. 9:26)
Jesús mismo Se ofreció en
sacrificio fuera de la ciudad de Jerusalén, hace casi dos mil años. Así fue
derramada "la preciosa Sangre de Cristo, como de un cordero sin defecto y
sin mancha". (I Pe.I: 19)
Por la humanidad, Jesús que
jamás había pecado, se volvió pecado por la humanidad. (II Cor.5:21)
DIOS el Padre asistió a la
escena trágica que se celebró sobre este planeta. Su propio Jesús fue
maltratado, y luchaba contra el pecado y contra la mala influencia de Satanás. El Padre esperaba en silencio
mientras que Jesús era entregado a los golpes antes de ser crucificado. Podía
evidentemente parar esta locura humana!
Pero si Jesús escapaba de la muerte, la Intención
eterna de DIOS se hundiría. Nada podía pararlo, la pena, ni el dolor, ni hasta
una muerte horrible. Jesús se preocupó siempre, más de la suerte de la humanidad que de la Suya,
hasta cuando estuvo en la agonía durante Su vida.
Fin del segundo capítulo:
por Su Santa muerte, todos pueden ser
reconciliados. Nuestra deuda espiritual borrada.
Por Su muerte, Jesús borró la deuda espiritual, la
multa del pecado que habíamos contratado.
El sacrificio de Jesús le
permite al hombre establecer una relación con DIOS. El Apóstol Pablo escribió a
la Iglesia establecida en Colosos: "Haciendo la Paz por Él, por la Sangre
de Su Cruz, ustedes eran extranjeros y enemigos en otro tiempo por sus
pensamientos y por sus malas obras, ahora les reconcilió por Su muerte en el
cuerpo de Su carne." (Colon 1: 20/22.)
DIOS podía pues comenzar a llamar a ciertas personas, para que saliesen
del pecado.
En la medida en que se esforzarían por someterse a
DIOS, podría aplicar el sacrificio de Jesús sobre su vida. De este modo, las
profecías que concernirían al perdón serían cumplidas. "Tú arrojarás al
fondo del mar todos nuestros pecados” (Miq. 7:19).
Así como rey Ezequías lo
dijo: "Echaste detrás de Ti todos mis pescados" (Isaías 38:17).
Las personas
"destinadas" iban a hacerse " los elegidos " de DIOS.
El Apóstol Paul les escribe:
"Ustedes son una raza elegida, un sacerdocio
real, una nación santa, pueblo adquirido, ustedes en otro tiempo no eran pueblo
y ustedes ahora son el Pueblo de DIOS, ustedes que no habían obtenido
misericordia y que ahora ustedes han obtenido misericordia." (I Pi 2:
9,10.)
Queda un punto por aclarar. ¿Por qué no pudo todo el mundo comprender estas verdades?
¿Porqué todos
los hombres no tuvieron la posibilidad de entrar en el Reino espiritual de
DIOS?
¿Mil millones de
hombres están perdidos por decirlo así? ¡La respuesta es no! Es lo que va a ser desarrollado en la siguiente página
El Programa de Salvación de DIOS.
Antes de la
muerte y la Resurrección de Jesús, sólo un puñado de individuos fue escogido
para cumplir ciertas misiones especiales.
Su historia esta consignada en la Biblia. Hablamos de personas como Noé, Abraham, Sara, Moisés, Débora, Samuel, David,
Isaías, Esther. Los millones innumerables de
gentes que vivían en aquella época todavía no habían recibido su posibilidad de
"salvación".
¿Que hay del
período situado entre la Resurrección de Jesús y Su segundo advenimiento?
Podemos llamarlo
"la Era de la Iglesia".
Durante todos estos siglos, la familia divina llama
solamente a algunas personas para que hagan parte de los "elegidos".
Esta gente es llamada "el resto", el pequeño
grupo que subsiste, una pequeña parte del conjunto.
El Apóstol Pablo habló de "elegidos" que
vivían en su época: "Lo mismo también en el tiempo presente, hay un resto,
según la elección divina de la gracia. La elección lo obtuvo, mientras que
otros han sido endurecidos. “(Rom. 11:5/7)
"Estar
endurecidos" simplemente significa no tener el Santo Espíritu que es un
don de DIOS.
(Actos 2: 38) DIOS decidió que en esta época, poca
gente formaría parte de Su Iglesia.
No será lo
mismo cuando la Palabra vuelva sobre tierra, como Mesías. Pondrá fin a la ceguera espiritual del mundo y todos tendrán su
posibilidad de salvación. El profeta Miqueas mostró que la gente instaurada por
el Mesías sería una gente de la Verdad:
“Sucederá en días futuros que el monte de la Casa de
Yahveh será asentado en la cima de los montes, y se alzará por encima de las
colinas. Y afluirán a El los pueblos, y dirán: "Venid, subamos al monte de
Yahveh, a la Casa del Dios de Jacob, para que El nos enseñe Sus Caminos, y
nosotros sigamos Sus Senderos". Pues de Sion saldrá la Ley (Miqueas 4:
1/5)
Isaías también habló de esta época maravillosa.
"Nadie hará daño, nadie hará mal en todo mi Santo Monte, porque la tierra
estará llena de conocimiento de Yahveh, como cubren las aguas el mar... “(Isaías
11:9)
DIOS pondrá
término al endurecimiento y a la ceguera de los hombres. Cada ser humano podrá recibir el Santo Espíritu:
"Yo les daré un solo corazón y pondré en ellos un espíritu nuevo: quitaré
de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, para que
caminen según mis preceptos, observen mis normas y las pongan en práctica, y
así sean mi pueblo y yo sea su Dios. " (Ezeq.11: 19,20).
¿Qué sucede con todos los que jamás vivieron y que no
han sido llamados por DIOS viviente? Estas personas serán devueltas la vida
física después de mil años de gobierno de DIOS y tendrán su posibilidad de
salvación. (Ver el Apocalipsis 20: 4, 11,12).
El Día de la Resurrección
¿No obstante,
qué pasará con aquellos quiénes habrán buscado a DIOS durante su vida y los que
se Le habrán sometido?
En el momento del regreso de Jesucristo, se habrán
transformado en seres inmortales. El Apóstol Pablo explica esto en una carta enviada a la Iglesia de
Tesalónica:
“El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un
arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en
Cristo resucitarán en primer lugar. Después nosotros, los que vivamos, los que
quedemos, seremos arrebatados en nubes, junto con ellos, al encuentro del Señor
en los aires. Y así estaremos siempre con el Señor.” (Tes.4: 16,17)
Pablo les dio a
los cristianos que vivían en Corinto, en Grecia, las explicaciones siguientes:
“¡Mirad! Os revelo un misterio: No moriremos todos,
mas todos seremos transformados. En un instante, en un pestañear de ojos, al toque de
la trompeta final, pues sonará la trompeta, los muertos resucitarán
incorruptibles y nosotros seremos transformados. (I Cor.15: 51,52)
Realmente la salvación se realizará en 4 etapas:
1°. DIOS escoge
a una persona para que forme parte de los elegidos.
Jesús dijo: Nadie puede venir a mí, si el Padre que me
envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día final. (Jean 6: 44)
2°. Gracias al
Sacrificio de Jesucristo, DIOS perdona los pecados de esta persona arrepentida. El Apóstol Pedro dijo: “Arrepentíos, pues, y
convertíos, para que vuestros pecados sean borrados” (Act3:19)
3°. Gracias al
Espíritu Santo, Jesús debe conducir a esta
persona, a una vida de obediencia y de
AMOR a DIOS. Esta persona se esfuerza entonces por vencer su naturaleza humana,
y por someterse a DIOS. El Apóstol Pablo lo formuló del modo siguiente, para
los cristianos de Efesios:
4:21 si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él
enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
4:22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
4:22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
4:23 y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
(Ef.4: 21/24)
4°. Esta
"Nueva Persona" que murió con Cristo librándose del pecado (Col 2: 20; 3: 5/10) se transforma en el momento del segundo advenimiento de Jesús, en un ser
espiritual inmortal, y así se vuelve miembro de la FAMILIA DIVINA.
La Palabra desempeña
un papel primordial en todo este proceso, siendo sucesivamente: el Creador, el
Eterno, el Jesús, el Sacrificador Sumo y Celestial, luego al volver CRISTO
sobre tierra.
·
El Apóstol Pedro
dijo: "Bendito sea DIOS el Padre, y nuestro Señor Jesucristo, que según Su
Gran Misericordia, nos regeneró para una esperanza viva, por la Resurrección de
Jesús Cristo de los muertos." (1 pe 1: 3). ·
·
El Apóstol Pablo
dijo: "La razón más fuerte pues, ahora que somos justificados (hechos
justos delante de DIOS por Su Sangre), seremos salvados por Él de la cólera."
(Rom.:5 9)
Somos reconciliados con DIOS gracias a la muerte de Su
Hijo, y luego, somos salvados por la Vida de Jesús.
En todo este proceso, del principio al fin, es Jesús quien cumple el modo de vida que
conduce a la Salvación. (Héb.12 2)
¿Cómo obra Jesús
para la salvación de los hombres, mientras que
ahora esta sentado a la derecha del Padre? (Héb.10 12)
Jesús, sin decirlo, es el Sumo Sacrificador de los que
se someten a DIOS. (Heb.4:15)
Esto significa que los guía, para llevarlos a una
madurez plena y espiritual, en la obediencia y la sumisión a DIOS.
Algunos trataron de negar esto.
El Apóstol Juan escribió: “Porque muchos engañadores
han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne.
Quien esto hace es el engañador y el anticristo”. (II Jean 7). Él
es mentiroso.
La Palabra vino,
o viene "en la carne" de dos modos:
1) DIOS –La Palabra, literalmente se transformó en ser
humano con un cuerpo y un espíritu humanos. Se trata por supuesto de Jesús. El Apóstol Juan
escribió: " reconózcale a esto el Espíritu de DIOS: todo espíritu que
confiesa Jesucristo venido en carne, es de DIOS (1 Juan 4: 2
2) Jesús entra en el Espíritu, es decir "en la
carne" de un creyente verdadero.
¿Cómo sucede esto?
Sabemos que Jesús
efectivamente vive en el espíritu de un verdadero cristiano. Acuérdese de
las declaraciones del Apóstol Pablo: estoy crucificado con Cristo, y ya no vivo
yo, es Cristo quien vive en mí. Y aunque al presente vivo en carne, vivo en la
fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. (Gal.2:20)
Jesús, que "viviente en la carne" ayuda al verdadero creyente
llevando una vida de obediencia y de sumisión a DIOS. Esta persona vive en lo
sucesivo a través de lo que la Biblia llama “la FE”. Se trata de la FE de
Jesús, Su FE, Su actitud.
¿Pero qué es - la Fe (Viva)?
Es simplemente el
hecho de creer en DIOS, y de hacer lo que nos pide.
Es decir, es vivir de toda Palabra que viene de DIOS.
La persona lleva una vida espiritual, pero él perdona con Poder de DIOS (el
Espíritu Santo).
Así como lo dice el Apóstol Juan: "ustedes ven
que el hombre es justificado por las obras y no por la fe solamente. Así como
el cuerpo sin alma murió, lo mismo la fe sin las obras murió." (Jacques 2:
24,26)
Jesús les explicó a Sus discípulos que iba a vivir Su
Vida en cada verdadero creyente. "El que me ama, obedecerá mi Palabra, y
mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en su casa." (Juan 14: 23)
Jesús les dijo a
los discípulos que les enviaría a un "Consolador". ¿Que representa
este consolador?
Jesús dio la
explicación: Cuando venga el *Consolador, que Yo les enviaré de parte del
Padre, el Espíritu de Verdad que procede del Padre, El testificará acerca de Mí. (Juan 15:26)
Jesús llamó al "Consolador", " el
Espíritu de la Verdad " y dice que iba a guiarlos en toda la Verdad (Juan
16 13). La Biblia se sirve de varias imágenes y analogías físicas, para
describir la Poder de DIOS.
El Espíritu Santo, por
ejemplo, es algo que pueda ser difundido (Actos 2 17). Fluye como agua. Otros
símbolos utilizados para describir el Espíritu Santo son, el soplo (Juan 20:
22); el aceite (Ps.45: 48); el viento (Juan 3: 8); y el agua (Juan 4: 14). Lo
mismo que la imagen del "consolador", son simples analogías, para ayudarnos
a comprender algo que no vemos.
El Espíritu Santo por ejemplo apareció bajo la forma
de una paloma.
El Apóstol Juan dijo a propósito de Jesús: "y el
vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre El." (Mat.3:16)
¡El Santo Espíritu, no forma parte de la familia de las aves!
La Biblia explica muy claramente lo que es el Espíritu
Santo.
Tomemos un ejemplo: le fue dicho a José, el Esposo de
María, Madre de Jesús: " no temas recibir a María por esposa, porque ella ha
concebido por obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por
nombre Jesús,[porque él salvará a su pueblo de sus pecados." (Mat.1:
20,21) Jesús fue concebido a través del Espíritu Santo. Sin embargo es DIOS, a
quien Jesús llamó Su Padre y no el Espíritu Santo. Se concluye que el Espíritu
Santo 17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los
ojos al cielo, dijo:Padre, la hora
ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;
17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. (Juan 17: 1,3), o el Poder de DIOS.
17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. (Juan 17: 1,3), o el Poder de DIOS.
Como el Señor dice de Sí mismo en el Evangelio: Yo procedo y vengo del Padre (Jn 8,42) y dice del Espíritu Santo: El Espíritu que procede del Padre (Jn 15,26), ¿qué diferencia existe entre la procedencia del Hijo y la del Espíritu Santo para que Aquél sea llamado Hijo y esto no deba decirse ni pueda decirse correctamente del Espíritu Santo? ¿Cuál es la distinción entre la generación del Hijo y la procedencia del Espíritu Santo siendo así que ésta se hace por las otras dos Personas?
SOLUCIÓN.
Mi Padre es el poder. Y Yo procedí de Él, como su Palabra pronunciada, cuando creó todas las criaturas por Mí. Y el Espíritu Santo procedió de Él mismo: es decir, de mi Padre, cuando Yo descendía al vientre de la Virgen, cuya carne no está dañada por el engaño de la serpiente, y me revestí de la humanidad de ella concebida por ese mismo Espíritu Santo. Este Espíritu Santo que enciende, en efecto, y que desde la eternidad existe como vida ardiente, como elevación suprema en igualdad de vida, y por Quien existen todas las formas que por el Hijo han sido conformadas, se mueve invisiblemente. Procedió del Padre hacia la Virgen, que es criatura: con su fuego elevó su vientre de tal modo que ella misma concibiendo por Él generó sin padre carnal al Verbo de Dios, por quien todas las criaturas fueron hechas.
Y así como la forma del hombre se ve, en efecto, y su alma no puede ser vista por los ojos carnales y, sin embargo, existe un solo hombre en dos naturalezas, de igual modo el Hijo de Dios, que se hizo hombre concebido por el Espíritu Santo en el vientre de la Virgen, en su humanidad era visto por toda criatura y en su deidad era invisible. Y es así también como el Dios único existe en dos naturalezas: es decir, la de humanidad y la de su deidad.(n.t.)