LOS
HOMBRES DEBEN SABER
5
de diciembre de 2009
Mi
DIOS, sé que eres el DIOS de cada uno de nosotros, pero cada uno cree que Te
puede reducir y hacer
Te a
su propia imagen. ¿Cómo puedes reunirnos? ¿Tú que deseas la Unidad de todos los Tuyos?
No
soy una estatua a la que se debe respeto y gloria, porque es fácil contemplar
un bloque de mármol o de tierra sobre el cual se esculpió una imagen a vuestra
semejanza, porque es diferente en cada País, la imagen que se hace de DIOS. Contémplenme
en el Infinito, con las formas más pequeñas y Me encontrareis en vos.
En
vuestras preguntas, no pueden encontrarme. Son demasiado personales.
En
vuestros deseos, no me podéis ver, son
demasiado humanos. Hasta en vuestras Iglesias, vos Me habéis hecho ser uno más,
y cada uno corresponde a la imagen misma
que vos Me distéis.
DIOS
es libre - vos sois libres - como Yo mismo. El Hombre, en el Mundo, se
ha transformado en un lobo solitario que perdió su guarida y solo tiene que
volver cerca de los suyos. Perdió todo rastro de su pasado, y en su presente,
no sabe más que errar sin darse cuenta, porque no sabe donde ir. Entonces
prueba de todo, sin hambre, sin apetito. Va a continuar mucho tiempo así, si el no se dirige hacia esta
única Luz que no brilla en ninguna parte, porque se encuentra sólo en él, como
una brújula que puede señalarle el verdadero camino sin perderse.
Esta
brújula es su corazón que guardó su verdadera dirección. ¡Solamente, si
ella empieza a funcionar sino ahora,
hace falta que tenga mucho cuidado! Hace falta que se deje guiar rápido,
apartándose de estos senderos que no son verdaderos. Una luz puede debilitarse
a causa de la niebla, a causa de la lluvia, a causa de la tormenta y, y, y…
Y
he aquí que la tormenta está pronta a desencadenarse y que la luz palidece cada vez más en él.
El
hombre debe resguardarse y con él debe proteger su luz y conservarla.
Ella no se apaga, pero tarda en retomar su brillo. Entonces el se dice: ¡voy a
reflexionar sobre todo esto!... Entonces la luz le responde: "ya perdiste
bastantes tiempo." Soy YO quien va a guiarte, sale fuera aunque los
elementos se desencadenen, en ti continúo brillando.
Ven y
sígueMe (allí dónde te llevaré), tu volverás a verMe con más resplandor.
Ellos atravesaron, " Él y su Luz", muchos lugares donde todo
persistía en volar en pedazos, la tempestad no se detenía… El Hombre dijo:
¿pero cuándo va a detenerse?
-
Luego que hayamos llegado. No tengas miedo, quédate Conmigo, porque Conmigo no
temes ninguna "consecuencia" de lo que esta Tempestad arrastra con
ella.
Estos
restos deben desaparecer. Si la tempestad persiste,
no te detengas, hace falta que pase y que ella misma se detenga. Cerca de Mí,
no puedes sentirla. Ella Me reconoce, pero no puedo pararla, porque alguien más
alto que Yo ya le ordenó lavar este Mundo de su último pecado.
Ocultémonos
de su fuerza, en aquel refugio (la Luz
comandaba al hombre, y el hombre la escuchaba).
A
tientas, volvían, él y su Luz. Se encontraron en un lugar ignorado donde ya
muchas personas se encontraban allí. No podían verse, pero se sentían
totalmente cercanos unos de otros.
¿Cuántas
horas quedaron en esta oscuridad? No lo
supieron hasta más tarde, pero algo había pasado aquí en esta oscuridad.
Cuando volvieron a la claridad, no
podían imaginarse lo que había pasado. Pero estaban totalmente cambiados, como
nuevos y todas sus luces se habían
reunido en una sola. No se apercibieron de nada, brillaban tanto juntos para
hacerse sino una después.
Recordaron
de repente que habían vivido como en un sueño, demasiado corto, y los otros
como en una pesadilla interminable. Era diferente. Esto duró tres largos días.
Cada uno tenía su verdad que acababa de vivir en esta oscuridad, pero cada uno decía
no recordarlo más.
Después
de eso cuando la luz del día se les apareció, se volvía cada vez más luminosa,
como pura, tan pura como este Nuevo Día que se les aparecía, y en lo que ellos
mismos se habían transformado, puros con
esta Luz de DIOS que estaba en ellos y que les invadía hasta desprenderse de su
cuerpo de carne para hacerse este hijo de Luz.
Extraordinariamente,
eran nuevos y se sentían sobre el camino de la Verdadera Vida. No
tenían más, ni la misma identidad, ni el mismo modo de pensar. Se encontraban
así todos juntos, y sin interrogarse demasiado, continuaban caminando. De
repente, se encontraron todos "llegando a su Morada". Esta morada no
era la que dejaron, la que conocieron, le dirán los Ángeles, pero la que
debería haber sido siempre la suya.
Antes mismo
de entrar ahí, como si se descalzasen delante de un lugar santo,
dejaron, la parte exterior, su duplicado (su cuerpo de carne) que debían
retomar saliendo de su morada Santa. (En este instante, yo, JNSR, me siento
transportada; no estoy allí.)
Entraron
siguiéndose unos a otros. Todo estaba perfecto, en el mismo estado en que
habían dejado este Santo Lugar, antes de dejar
la Tierra
donde debían tomar cuerpo (era entonces su nacimiento sobre Tierra).
El
que me escucha, mientras cuento esta historia que no lo es tal, porque es
verdadera, se va a reencontrar, todo como en mi, en la casa de mi Señor
donde las almas entraron para ver
y reconocer a Aquel que es Padre de todos los hombres, creados a Su Imagen
(Espíritu) que vivieron desde la
Creación del Mundo con Él.
Si el
Padre es siempre invisible, los que acaban de entrar, lo son como Él. Es el Hijo quien vos condujo hasta
aquí, porque llegó el tiempo del Encuentro.
Saliendo,
encontrareis vuestro cuerpo, pero glorioso, como Jesús en Su Santa Muerte,
luego de Su Santa Resurrección. Después de haber visto al Padre de toda Gloria
Eterna, encontró Su Cuerpo glorioso de carne de la Gloria de Su Padre y
nuestro Padre. Fué en este mismo momento que las almas, en los Limbos (el
Antiguo), se reunieron, con Jesús Cristo, el Padre Bendito de los Vivientes
de la Tierra y
los Vivientes del Cielo.
Estos
días de oscuridad son exactamente los
días de la tumba. En vez de espantarse, sabed que estos días, tres en total,
pasados en la intimidad profunda de vuestra alma con DIOS, reemplazarán vuestra
muerte y no pasareis más por la despreciable muerte entronizada por Satanás,
porque a vuestro despertar solo veréis este Nuevo Día eterno en Su Divina
Luz. La muerte no existirá más.
Palabra
del Señor.
Recuperareis
entonces vuestra entera identidad en Jesús Cristo, después de todo lo que acabo
de describirte. Amen.+
Diles,
a cada uno:
"Honra
a tu Padre y tu Madre,
Honra
a DIOS, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
Honra
a María, Madre de DIOS y de los Hombres."
Ve a
decirles, hija Mía, lo que va a suceder. No tengáis miedo. Ya te purifiqué para
que Me escuches.. Mantente preparada.
El
Padre envía el Espíritu en Su Hijo con "Sus hijos de la Tierra " para despertar
este pueblo que solo piensa en dormir
para olvidar de donde viene y donde debe ir.
Digo
que Yo vengo en Mi Hijo Bienamado Jesús Cristo. Mi Autoridad está en Él y los
hombres deben aceptarlo. Las cadenas de la esclavitud van a caer. Vos seréis
totalmente liberados. El Mal muere a mis pies y no podrá levantarse nunca más.
Libero
todos los oprimidos, hasta el último,
hasta
el que sólo quiso encadenarse.
Proclamo
por todas partes Mi Libertad, "Mi Amor libertado".
Del
más pequeño al más grande, por Mí deberá pasar.
Yo
soy todo Amor. El Amor debe reinar.
Del
Cielo descenderé, Reyes, Yo os haré.
En
esta espera, vigilad todos en perseverar en la alegría
del Amor encontrado.
Ni
lágrimas, ni rechinar de dientes van a persistir,
Porque
Yo vengo a liberarles.
Sí,
soy Jesús Cristo vuestro Bienamado
Y
en vuestra casa, Yo vengo a reinar.
El
Padre Me envía. ¡Manténganse listos!
¡Señor!
¡Señor!
Sí,
Yo vengo exaltarles a esta Verdad única.
Soy
DIOS y Yo vengo para reinar
En
esta Nueva Tierra que vengo darles
Soy
Jesús Nazareno de Jerusalén
Hasta
los ríos salvajes dónde Me rechazasteis.
Llegaré
pronto con Mi ejército de Ángeles radiantes
Al
poder bendito por DIOS.
Aplaudid,
humanos, este sueño alegre
que
Yo vengo a darles.
Sed
los bienaventurados del Padre Bienamado
Que
ustedes, vienen a ser los elegidos del
Reino.
Escribe,
tu no estás allí para nadie. Eres sólo una pequeña luz que se encendió de la
llama del Bienamado (es DIOS quien habla).
Vuelvo
pronto porque vos sois la causa de esta precipitación. El Mundo se agita
inconscientemente y todo se hace amenaza para las poblaciones que no encuentran
la solución.
Volver
a DIOS es el único camino. El Hombre pertenece a DIOS y Yo soy su único refugio
en esta tempestad que se prepara para pronto. Todo va a desaparecer antes de
renacer en un Mundo Nuevo dónde DIOS
será reconocido como lo que Él es: el Maestro, el Padre y el Hijo
Bienamado que se funde en vosotros todos.
Seréis
todos como niños.
Vuestro
Señor Jesús Cristo. Amen.