Para encontrar el Reino de la
Tierra perdido desde Adan y Eva…
EL PASO DE LOS SIGLOS
19 de Enero 2014
El Pueblo
inmenso que pasó por los tiempos remotos venía de todos los puntos cardinales,
de todas partes… Aumentaba…
Había que esperar todos esos tiempos ya pasados, para llegar a
"éste", el que acaba de devolvernos "una Nueva Esperanza", para caminar todavía, todavía un
poco más… para conocer y reconocer primero porqué estamos todos en camino, en
marcha, después de tanto tiempo, demasiado tiempo…
Había que despertar
primero a la multitud de hermanos y de hermanas del confín de la tierra, para venir todos juntos a reunirse por la misma causa: Continuar buscando, este algo que nos
faltaba a cada uno, para ser feliz…
Comprendimos que, sólo la verdadera ignorancia
era nuestra enemiga. Y al mismo tiempo, esta Enemiga que hay que vencer, se hará nuestra Energía,
porque hace muchos, demasiados siglos que la Humanidad está enferma sin
encontrar cómo dar con un remedio a esta enfermedad, y otro nombre a su remedio…
Una cosa importante acababa de llegarnos a cada hombre y mujer, que
formaban esta larga cadena… A medida que llegaban, la alegría aumentaba, el
cansancio se borraba y todo se repartía, las lágrimas así como las sonrisas,
hasta los canticos y el alimento…
Era como una confesión y cuanta más atención prestábamos a estas voces, más
encontrábamos su parecido. ¿Le faltaba una sola respuesta a cada una de ellas?...
¿Encontrarla,
también era reconocer porqué esta marcha había comenzado desde que la Humanidad existía, conduciendo como un huracán a hombres,
mujeres y niños, hacia un lugar?... Un "Lugar
Único", que como un imán, nos atraía a todos al mismo tiempo…
Cuando se puso, cada uno de
nosotros, a buscar porqué sin conocerse, nos reuníamos para seguir el mismo
camino, sin saber hasta donde acababa tuvimos todos al mismo tiempo, un pequeño relámpago que se parecía a
"una nueva luz”.
Se hizo oír una voz: "¿No es
verdad que nos parecemos al Pueblo que caminaba por el desierto guiado por
Moisés?..." Y la respuesta se hizo resonar hasta el fondo de este caminar
en varias lenguas diferentes… Todas las lenguas se hablaban a la vez en este caminar,
y todas ellas se entendían…
“Un buen
Espíritu nos reúne hoy, para acercarnos unos de otros" ¡! Dimos todos el mismo Nombre a este espíritu que viene a reunirnos…
“¡Es el Espíritu
Santo!" Dice otra voz, más fuerte. ¿Por qué viene hoy, sobre cada uno de
nosotros?...
¡Para unirnos! “Tenemos
todos el mismo DIOS"
¿Qué quiere de
nosotros?...
Continuando aún esta peregrinación, durante todavía un tiempo, esta
comitiva inmensa y formada por todas las
razas de la Tierra Entera se encontró unida, soldada.
Era la primera
respuesta, a la 1ª cuestión.
Por fin,
acabamos de llegar TODOS JUNTOS, delante de
una puerta inmensa de madera esculpida de flores de lis y rosas, donde está
escrito en todas las lenguas…
“¡Una sola
llave puede abrir esta puerta, búsquenla! ¡Abran esta puerta y entren todos a
la vez en silencio y busquen vuestra Salvación! “Cada uno encontrará lo que busca…Echemos una mirada hacia atrás… Todos los Países están allí, como DIOS nos
lo pidió, cada raza según la petición del Hijo de Dios… Jesús que santificó a cada uno, nos hizo pasar
a todos con Él, Toda la Humanidad" por Su Santa CRUZ. Compartió entre todos,
"Su Sangre Real" que nos purificó y curó de la muerte, y Él nos
salvó, si Lo aceptamos Todos juntos, al mismo tiempo”. La Sangre de Cristo es
DIVINA, vuestro Mesías es la Santa Palabra del Padre que, con Su Espíritu Santo,
formó a Su Hijo Jesús en el seno de la Divina Inmaculada Concepción de María (Madre
de Dios y Madre de los hombres).Esta
Sangre Real, si la aceptan Todos hoy, esta puerta se abrirá sola:
Es por vuestra aceptación, por vuestro reconocimiento de Jesús Cristo, como
vuestro SALVADOR y vuestro REY, HIJO de DIOS, enviado por el Padre para darles
a los hombres Sus hermanos, la Tierra
prometida."
2ª cuestión:
¿Aceptan ustedes a Jesús Cristo? Respuesta "SI".
¿Entonces,
ustedes aceptan, a Jesús Cristo, Hijo de Dios y DIOS MISMO como Salvador de los
hombres?... "SI" repercutirá en los aires, hasta el Cielo…
Entraron en
esta sala inmensa todos a la vez, bendiciendo entonces al Padre, al Hijo, el
Espíritu Santo.
¡Pero no hay ningún mueble! ¡Nada en esta inmensidad que no se limita por
ninguna pared!…
Esta extensión está a la sombra, sólo hay una brisa ligera que acaricia
todas las caras, como para apaciguar el miedo, que de repente se apodera de
cada uno, y hace retener el grito que iba a escaparse de los labios de cada
uno, señalando la angustia…
Y aparece en
esta oscuridad, una Luz como la aurora
naciente que precede la subida del sol y en seguida, esta inmensidad de espacio se transforma en cascadas de luz que se
asemejan a una caída de estrellas multicolores que viene de los cielos más
lejanos que comulgaban con Toda Nuestra Tierra presente en estos lugares
desconocidos, donde el MISMO DIOS nos
había reunido para encontrar a Aquel que desde el Inicio del Tiempo, el Padre
escogió para unir el Cielo y la Tierra, en una fusión eterna.
Entonces, un
grito de AMOR se elevó en este Espacio que se había hecho… ¿Adivinen qué?...
¿Yo también, yo le pedí a Dios explicarme dónde fuimos todos reunidos?..
La Voz que no engaña me respondió: "En
el Reino de la Tierra" ofrecido por DIOS a Toda la Humanidad: ¡Vuestro
Paraíso Terrestre reencontrado, porque ustedes buscaron a vuestro Salvador,
Todos Juntos!
Esta es la 3ª
respuesta a la 3ª cuestión.
Entonces, como la apoteosis de toda cosa anunciada por DIOS, apareció "El Sol de Nuestra Vida",
Nuestro Señor Jesús Cristo, que por Su Divina Luz, eclipsó todas las estrellas
venidas del Cielo. Delante de nosotros,
todos los hijos de la Tierra abrían de par en par sus ojos, para ver y admirar
a su Verdadero y Único Dios, que sólo Él, es Padre, Hijo y Espíritu Santo (La Santísima Trinidad).
En este Día de
Gloria, donde la Paz fue firmada entre Dios y los hombres, fue Él, el Hijo autorizado quien vino para acoger a todos los hombres, las mujeres y los
niños de la Tierra que reconocieron a
DIOS hecho hombre. Siguen a Jesús Cristo, DIOS VERDADERO y HOMBRE VERDADERO que
viene a darnos el Reino de la tierra con
todas las Leyes de DIOS que son Las del Reino de los Cielos y que no cambiaron
desde el Día en que Moisés las recibió de la mano de DIOS en el siglo XIII
antes de Cristo.
Jesús Cristo
DIOS VERDADERO y Hombre VERDADERO habla por JNSR, Mi hija